Farenheit 451.

A principio de curso se nos dio a elegir entre dos lecturas: 'Un mundo feliz' de Aldous Huxley o 'Fahrenheit 451' de Ray Bradbury. Yo comencé con la segunda porque hubo algo en el título que llamó mi atención. 

Se trata de una novela de ciencia ficción. El título hace referencia a la temperatura a la que el papel de los libros arde. Y es esa la trama principal de la historia. Montag, el protagonista, pertenece a la brigada de bomberos que, en vez de extinguir fuegos se encarga de provocarlos. Él y sus camaradas se encargan de quemar todo tipo de ejemplares, ya que hacen pensar a las personas. Y así eliminan las posibilidades de ser feliz en una sociedad, armados con un lanzallamas dispuestos a borrar del mapa a quien sea con tal de que deje ese placer raro de la lectura. 

La carrera de este bombero, en ese momento en lo más alto, se ve marcada por la aparición (y desaparición) de una extraña vecina que le hace reflexionar sobre su trabajo. "¿Alguna vez has leído alguno de los libros que quemas?" A partir de este momento, se encuentra distraído y comienza a pensar (y a leer). Todo a escondidas, hasta que su mujer le pilla. Ella, una atontada más de la sociedad, lo único que busca es poderse comprar un televisor aún más grande para poder ver su programa favorito. 

En un nuevo día de trabajo, se dirigen a su nuevo destino. Lo que Montag no sabe es que van a su propia casa. Ha sido delatado por su mujer. Todo el equipo se pone en marcha para localizar cada uno de los libros que el protagonista ha escondido por el salón, la cocina y el baño. El incendio es inevitable. Montag en un ataque de ira, se hace con el lanzallamas y calcina a su propio jefe con sus libros. A partir de este momento, emprende una huída hacia un poblado apartado en la montaña donde viven los libros. Sí, allí viven lo libros, pero hechos personas. 

Además, pudimos ver la adaptación a la pantalla en clase. Esto que nos cuenta Bradbury en la novela en el año 1953, es aplicable a lo que estamos viviendo a día de hoy. Este bombardeo de información al que estamos sometidos, los límites en la libertad de expresión y el pensamiento único y general que desde arriba se nos pretende inculcar está homogeneizando a la sociedad. En estos momentos en los que los valores de las personas rozan el asfalto, debemos tener agallas para convertirnos en Montag. Puede que actualmente no seamos conscientes, pero a la larga, nos convertiremos en personas cortadas con el mismo patrón, sin ideales y sumisos a lo que nos digan. Los medios son los que tienen el poder y los que nos dictan lo que está bien o mal. Esparciendo una cantidad de mentiras que, según son emitidas, son creíbles. ¿Estamos viviendo una nueva y constante "Invasión desde Marte" por parte de los medios?


Encontré un artículo muy interesante comparando 'Fahrenheit 451' con la actualidad. Espero que os guste tanto como me ha gustado a mí: http://blogs.elpais.com/amores-imaginarios/2013/10/un-mundo-sin-libros-farenheit-451.html

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