Cine en el aula 214.

Durante el mes de Noviembre, Alejandro Buitrago nos estuvo dando unas clases magistrales del séptimo arte, el cine.

La verdad que nunca había recibido una sesión tan profunda. Me hizo cambiar mi perspectiva de ver y consumir cine. Para mí, ver películas era una manera bonita y entretenida de perder dos (o tres) horas de mi tiempo libre. Ahora en cambio veo ese tiempo como un aprendizaje, del tipo que sea.

Varios de los fragmentos que hemos visto en clase, me han hecho apuntar los títulos para verlas completas en casa. Me parece un hobby con fondo, que siempre te enseña algo. Tenemos que aprender a ver buen cine y a ser críticos con las producciones.

Entre las películas que había visto estaban La Bella durmiente, 27 vestidos, Matilda, Love Actually, 3 bodas de más, Cómo perder a un chico en 10 días o Ahora los padres son ellos. A mi parecer, "americanadas" que veo en momentos de relax y para reírme, ya que para llorar ya tendré tiempo. Y es que el cine lo concibo como un entretenimiento, que me divierta y que llene mi tiempo de risas o de momentos que merezcan la pena. De cada una de ellas saco reflexiones o simplemente carcajadas.


De las clases de Alejandro amplié la lista de "Pelis pendientes" de mi cuenta de Seriesly con, por ejemplo, La jungla de asfalto, Centauros del desierto, El apartamento, La fiera de mi niña, 7 novias para 7 hermanos (que pude ver estas navidades, ya que fue emitida en 13tv y me hizo llorar de la risa)...

Además, y aprovechando que pasaba el MUCES por Segovia, tuvimos la oportunidad de recibir en nuestra propia aula a Antonio Giménez Rico para hablarnos de una de sus películas: JARRAPELLEJOS, que entraba en el programa del festival segoviano y que después pudimos ver. Este largometraje está basado en una novela de Felipe Trigo del mismo nombre de contenido social y político.

"Hablando del pasado reflexionamos sobre el presente".

Nos explicó los entresijos que conlleva la adaptación de una novela a la pantalla. Las novelas son descripciones de situaciones y los escritores son capaces de describir con palabras lo que están viendo. Los directores intentan meterse en la mente de ese escritor mientras escriben. No siempre pueden conseguirlo... Él mismo nos dijo: "el peor guionista de una novela es el propio autor porque le gusta la historia y se piensa que la estructura de la novela sirve para el cine y no siempre es así".

Hablando de Jarrapellejos y de las dificultades que había encontrado a la hora de la adaptación nos confesó que no siguió la novela paso a paso, sino que tuvo que romper su construcción y volverla a construir con los elementos cinematográficos pertinentes. Mantuvo la forma pero no el estilo ya que opina que "las películas no deben hacerse a la moda para que no pasen de moda" y así asegurarse la permanencia y el éxito.


Cierro esta entrada entusiasmada de seguir consumiendo cine y deseando acabar los exámenes para tirarme en el sofá con una buena fuente de palomitas delante de alguna de las películas de las que no había escuchado hablar nunca pero que ahora forman parte de mi lista de cosas pendientes.



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