Patrimonio audiovisual de la mano de Gerardo Ojeda.

El 21 de octubre tuvimos el placer de recibir en el aula 214 al fotógrafo Gerardo Ojeda. Nos vino a hablar de las industrias culturales y de las industrias creativas. 

Empezó por la definición de industrias culturales según Adorno y Horkheimer, autores que hemos estudiado en Teoría de la comunicación y la información, que decían que era toda reproductibilidad del acto creador individual, cómo ese acto creador se socializa y cómo el pueblo se acerca a una obra de manera presencial. Se trata de reconocer la transformación de la experiencia estética en la reproducción del arte en imágenes, objetos o souvenirs a los cuales acceden grandes sectores de la población, o bien de la fotografía, más allá de su función social, expresión artística y modos técnicos de reproducción, y en cuanto a representación visual de la realidad humana.

“Quien se recoge ante una obra de arte, se sumerge a ella… por el contrario, la masa dispersa sumerge en sí misma la obra artística”.

Por ejemplo, cuando hacemos una foto, el simple hecho de crearla, ya supone una manipulación de la realidad; una segunda manipulación sería compartirla.

¿Cómo hacer que algo individual se socialice?
  1. Las industrias culturales son los medios de creación, de expresión y de acceso a la cultura.
  2. La actividad que integra bienes culturales de cualquier especie en el marco de proyectos de ganancia económica, favorece su conservación y su difusión.
  3. Los bienes y servicios culturales se podan, reproducen, conservan y difunden según criterios industriales y comerciales aplicando una estrategia de tipo económico, en vez de seguir una finalidad de desarrollo cultural.
  4. La tendencia totalitaria al consumo de bienes simbólicos, como mercancías a escala industrial, y a la uniformización de los gustos estéticos, los presentan para su venta mediante la mercadotecnia.
Según nos explicó Ojeda, la mercadotecnia es lo que ayuda a la gente a que le guste lo que no sabía que le gustaba. 


"No se trata ahora de excusar a las industrias culturales por la amenaza de uniformidad que imponen, con fines de rentabilidad económica y de control ideológico, sobre los productos culturales, ni de negar que la cultura está amenazada por un proceso de mercantilización. Pero es preciso constatar que en ciertos casos, la crítica legítima de la industria cultural se encuentra muy ligada a la nostalgia de una experiencia cultural exenta de vínculos con la tecnología". Matterlat & Piemme

Todo acto humano que se socialice y se comparta es cultura. La palabra 'cultura' viene de 'cultivo'. Toda creación individual tiene un precio, sea cultural o no. La creación ligada a una marca pertenece a una industria creativa. La cultura y el arte es para todos, no tiene que ser comercializada.

Composición de las industrias culturales y creativas:
  • Conocimientos tradicionales: expresiones culturales tradicionales (artesanía, festivales, celebraciones, conocimientos ancestrales...), sitios culturales (monumentos, museos, galerías, bibliotecas...).
  • Artes: visuales (pintura, escultura, antigüedades, fotografía...), escénicas (conciertos, teatro, danza, ópera...) y literatura.
  • Medios: editorial y publicaciones (libros, industria gráfica, industria editorial, prensa...), audiovisuales (cine, radio, tv...), fonográficos y media interactiva (videojuegos...).
  • Creaciones funcionales: diseño (moda, joyería, interiores...), servicios creativos (arquitectura, publicidad, música, gastronomía...)

También nos hizo llegar el concepto de 'Transmedia' y 'Multimedia'. El 'transmedia' es un tipo de producción cultural para todos los medios pero con un valor añadido para cada medio diferente. En cambio, el 'Multimedia' es un bien para todos los medios.


La industrias culturales serían un subconjunto de las industrias creativas, debido a que comparten sus características de creación, sistema de producción, generación de derechos de copia y su potencial para producir impactos económicos positivos. La diferencia entre ambas está en el hecho de que los productos de las industrias culturales propiamente dichas tienen un significado social y cultural, un contenido simbólico superior a su valor de uso.

Esta conferencia la enlazaron nuestros profesores con las siguientes sesiones en las que nos explicaron las coincidencias y diferencias entre ambas industrias y sus definiciones dadas por la UNESCO.

“La inserción de un trabajo simbólico en un proceso mecanizado que permite su conversión en mercancía al realizar copias a escala, amplía y materializa establemente la secuencia de comunicación en un objeto adquirible (…) genera un público de potenciales adquirentes, forma una demanda y un precio difuso”. 




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