Enlazando esta entrada con la anterior... se me juntaron unos días increíbles por el mes de Abril. Justo una semana después de (ver) tocar a Leiva, Rubén Pozo, la cara B de Pereza, tocaba en mi barrio. Asistencia obligatoria contando además con que aún teníamos tiempo de disfrutar de las horas libres fuera de la universidad. Compramos la entrada de papel (las coleccionamos) las tres de siempre.
La gente me dice que estoy loca, otros me dicen que para qué vuelvo si ya les he visto tocar tropecientas veces y otros que por qué no me basta con escucharles en Spotify. La verdad es que prefiero gastarme mi dinero en entradas de conciertos que en entradas a discotecas, la sensación de las primeras filas no tiene precio. En esta ocasión también me acompañó mi Canon, viene siempre que puede y que el recinto la deja pasar... Me pone negra que no se puedan hacer fotos en determinados eventos. Descontentos aparte, hice unas fotos que me publicaron algunos miembros de la banda en sus cuentas de Instagram:
La cosa que tienen las primeras filas es que te dejan vivir el concierto en HD, dejar tu voz en el escenario y tocar las cuerdas de El guitarra, conseguir alguna púa, saber qué canción es la siguiente, etc. Una cosa mala que tienen es que crean adicción, y si en el siguiente concierto no la consigo, no lo vivo igual. Llamadme maniática, pero mido 1,55.
Como en el de Ferrol, subí mis vídeos a Youtube. A principios de este año fui con una amiga a un concierto y grabé mi canción favorita, me pidió que por favor lo subiera a la red para que la pudiera ver siempre que quisiera. Al principio no me hizo mucha gracia, lo quería para mí, pero en la era que vivimos es bueno compartir este tipo de cosas en la red. Al igual que a mí me gusta ver conciertos en Madrid y Barcelona vía on-line, tiene que haber gente en la otra punta de la península que se interese por los conciertos en Valladolid, ¿no? Para mi amiga, para vosotros y para mí:
Descrito a la perfección❤❤
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